Cantos del alma
Hace 2 décadas brotaron en Oaxaca, así como emana el agua prístina y cristalina de los manantiales, cantos del alma que con el tiempo se esparcieron por las tierras mexicanas y por otras latitudes.
La voz de esos cantos, era la voz de Susana Harp, era la voz que reivindicaban las expresiones musicales de la tradición y lo mejor de nuestro cancionero popular, dotándolos de un aire renovador, pero respetando sus raíces más profundas.
A partir de entonces, Susana ha logrado afianzar (paso a paso, sin prisas, sabedora que el tiempo está de su lado) todo proyecto sonoro y consolidar una trayectoria indiscutible en la escena musical de México. Desde su primera producción discográfica Xquenda (alma en idioma zapoteco) hasta el más reciente, Misterios gozosos, Susana se ha mantenido en su línea artística, pero ha avanzado de manera notable en su quehacer musical.
Sus producciones fonográficas son “discos temáticos”, como a ella le gusta definirlos, imposible hablar de cada uno de ellos en este breve espacio, tan solo anotaré que cada material es un verdadero documento, en toda la extensión de la palabra, en ellos encontramos una impecable y cuidada selección de piezas, músicos y arreglistas de primera, fotografías de alta calidad artística, escritos de los más destacados conocedores e investigadores.
Aunado a todo esto, está presente su trabajo como promotora cultural y su responsabilidad al frente de Producciones Culturales Xquenda, iniciativa que apoya y detona un sinfín de proyectos de gran valía y trascendencia como algunos que han fortalecido al Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (CECAM) de Santa María Tlahuitoltepec, Mixe, Oaxaca.
También habría que resaltar los materiales colectivos que hay ideado y producido, junto con otras instancias culturales, los cuales constituyen verdaderos referentes discográficos con temáticas sensibles que forman parte de la agenda de discusión social, política y cultural de México, dos ejemplos: Santa Negritud, la raíz olvidada (material fonográfico que hace visible la presencia de las culturas afrodescendientes, el cual contiene una acertada selección de sones, chilenas y jarabes de los mismos creadores de la Costa Chica Oaxaca y Guerrero y del estado de Veracruz y expresiones de compositores, músicos y cantantes reconocidos que retoman esta temática) y El Llamado (disco que nos mueve a actuar y tomar una posición en torno a la defensa y conservación de nuestra naturaleza y medio ambiente) para Susana este fonograma constituye uno de sus mayores logros y satisfacciones. Ya anteriormente, en el 2012, Susana en su disco Aguadiosa nos recordaba sobre el deterioro irracional y bárbaro de nuestros ecosistemas, pero también que existen luces para frenarlo y salvaguardarlo. En este material, Susana incursiona de lleno en el son jarocho y huasteco de manera admirable. Aquí la presencia del decimero y versador Samuel Aguilera realza, a todas luces, la propuesta sonora y del contenido del disco.
Hace menos de un año, Susana me regaló el compacto “Misterios gozosos” (en donde Susana emprende un recorrido por piezas emblemáticas que han calado profundo en nuestra memoria colectiva, en nuestra educación sentimental y encierran enigmas y secretos que nos embrujan) después de escucharlo en la intimidad de mi estudio, sentirlo, palparlo, degustarlo, de leer el interesante escrito de Antonio García de León, de maravillarme con las fotografías de Blanca Charolet y Ricardo Audiffred, de celebrar la participación de talentosos músicos y de los arreglos de Ernesto Anaya, Marco Morel y otros, en fin, de disfrutarlo plenamente, esto le mande a Susana por WhatsApp:
“Misterios… lo tiene todo: frescura, atrevimiento, sensualidad, renovación, historia, alegría, nostalgia, cadencia, sabor, calidad, tu voz más madura y expresiva que nunca… y mucho, mucho son… en fin, tantas cosas… siempre “acobijada” por grandes artistas… “
¡Salud Susana, por esta fascinante travesía!
Fernando Hijar Sánchez
Marzo del 2016